Eres mi adicción, mi adicción del corazón. Por eso cuando sufres,
yo sufro. Cuando lloras, yo lo siento y lloro.
No puedo estar sin tí, eres tan especial para mí;
tanto que creo que eres la razón de mi existir.
Pero hay veces que ya no te aguanto, y no se que hacer; me dan ganas de dejar todo de lado; pero tú mismo me dijiste esa tarde que todos los problemas hay que superarlos, que hay que seguir adelante, que son obstáculos de la vida y que hay que superarlos, por eso es que, hasta el día de hoy, sigo adelante,luchando por estar con contigo.
Fuiste algo en mi vida, algo tan normal como el respirar;
pero ahora, con el tiempo, ya no eres normal para mí.
Ahora eres parte de mí y no te puedo arrancar.
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