Hay muchas mujeres en el mundo, pero de todas ellas solo un número muy pequeño que cuenten con las cualidades suficientes para ser princesas. Han de ser bellas por dentro y por fuera, nobles, buenas, dulces y románticas. Y dentro de las que cuentan con estas características Solo una minoría desea con todas sus fuerzas encontrar a su príncipe azul. Y una porción insignificante de ellas encuentra un día a su príncipe. Entonces ella le dice al elegido:" tu eres mi príncipe azul". Y el chico que aunque lo era desde que nació, no lo sabía, entonces se da cuenta de su condición de príncipe. Y ella también entonces es consciente de ser una princesa.
En este momento el príncipe azul se transforma y dedica ya toda su vida a hacer feliz a su princesa. El príncipe tendrá un trabajo aparentemente normal, puede ser ingeniero ,abogado, etc, pero su verdadero trabajo es cuidar de su princesa.
Antiguamente los príncipes viajaban a caballo pero hoy día van en avión y navegan por Internet. Se han adaptado pues a los tiempos.
A las princesas les pasa lo mismo. Ya no viven en castillos ni usan espléndidos trajes. viven en pisos y visten a la moda actual.A pesar de todo, los príncipes son humanos, por lo que pueden cometer errores. Por ello,si le hacen daño a su princesa se convierten en ranas de por vida salvo que la princesa lo perdone y de un beso. Esta característica es la única bien conocida por todo el mundo. Pero a pesar de todo, el príncipe siempre sentirá un inmenso dolor en su corazón por haber hecho daño a su princesa. Y ese dolor lo tendrá siempre.
Como se puede reconocer a un príncipe azul:
La única persona que lo puede reconocer es su princesa pues al mirarlo ve su piel y sus ropas de un intenso color azul brillante. Las demás personas no lo ven de este color.
¿Como aman los príncipes azules?. Pues con un amor intenso, desgarrador, desinteresado y que está por encima del amor del resto de los mortales, un amor que transciende mas allá de lo meramente físico.
Un verdadero príncipe azul buscará la felicidad de su princesa incluso a costa de la suya propia. Porque su felicidad es lograr que su princesa sea feliz.
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