Acariciando mi piel cual suave terciopelo y en mi cara tu aliento que me quema,
bebiéndote con avaricia mis besos. Tus manos siguen la senda de mi desnudo cuerpo y desembocan en los oscuros rincones de mis deseos.
Tu has hecho que me olvide del mundo, que ya nada importe en mi pensamiento,
por ti, me dejé robar hasta el último suspiro, te has convertido ya,
en mi dueño.
El deseo se vuelve mas intenso, pero llega el momento, en que abro mi ser para que entres, para que me hagas tu mujer, y el ser que mas te satisfaga en todo.Y me fascina morir de deseo entre tus brazos... fundirme con tu calor, con tu cuerpo, con tu movimiento, amarte hasta nunca cansarme.
Amarte una y otra vez es como tocar el cielo sin ningún esfuerzo por que tú eres mío y tu cuerpo mi único refugio de amor.
No hay comentarios :
Publicar un comentario